viernes, 6 de abril de 2018

Te echo de menos cada día.



Te echo de menos cada día. Siempre tendrás un hueco en mi corazón. Y en mi casa, en mi vida, aunque te hayas ido y ya no puedas volver más. Cada día doy las gracias por haberte conocido, aunque me dejaras seguir sola este camino, pero siempre supe que te tenías que marchar. Me gustará saber que allí serás feliz, que nadie te hará daño, que sabré dónde encontrarte. Ni todo tu amor podrá devolverme el que me dio él, pero tu amor siempre será distinto. La vida siempre nos quita lo que más queremos, o nos aleja de ello. Espero que te cuiden mucho.





lunes, 15 de enero de 2018

Al abuelo Carlos.

Ya no cabe más dolor en este corazón que ahora es todo tuyo. Hoy ya es todo para ti. Aún te escucho hablar, contándome a quien habías visto y recordando tus vivencias, como te fue por Jaca y lo que había sucedido en el pueblo durante todo este tiempo. Solo puedo darte las gracias, por tanto amor, que es inmenso, mucho más que el dolor. Me quedo con tus bromas, los cumpleaños, el pregón, tu risa, tu sonrisa, tu humor, tus ganas de vivir, las horas en el banco, tus paseos en bicicleta, con todo tu amor...
Volveremos a vernos sin duda. Mientras tanto sigue contándonos historias desde allí. Ahora viajas mi capitán. Mándales saludos a todos y cuéntales que fuiste el más mayor, que solías acordarte a menudo de ellos, que no te habías olvidado de nada, que nos lo contaste todo, que sabías manejar el móvil como ninguno. La mejor parte de mi vida se ha marchado contigo. Te recuerdo con mucho cariño, y así lo seguiré haciendo siempre. De parte de todos, sin fuerzas, me despido de ti. Te escribe tu familia. Hasta siempre.