domingo, 10 de octubre de 2021

La casa de los abuelos.


 Lloré mucho cuando volví a casa de los abuelos después de que falleciera la abuela. Me pasó lo mismo con los abuelos de El Burgo de Osma.
El primer día no lloré, porque estaba hablando por teléfono con la tía Tere y eso me ayudó a despistarme. El segundo día me vine abajo insoportablemente.

Levanté las persianas esos días. La gente dice que cuando pasan y ven todo cerrado les da mucha pena. Lo sé.

Lucho contra mi misma, sintiendo miedo cada vez que entro, pero sé que ir a la casa todo el tiempo es el único modo de ir anestesiando toda la pena que tengo.

Me siento huérfana del pueblo, cómo si ya no pintara nada o no tuviera nada qué hacer allí. Quizás porque los abuelos eran el motor de ello.

Creo que al cerrar la casa , también se encierran los recuerdos, el amor, las historias , mi infancia entera. Y es muy difícil despedirse de todo ello, porque es decirle adiós a toda una vida entera. 

Sé qué todo lo irá frenando el tiempo. Sólo pido que a papá y a mamá deje de dolerles tan fuerte. 

No hay vida después de ti.

viernes, 8 de octubre de 2021

A mis abuelos. Qué han sido toda mi vida.





Una vez leí que los abuelos nunca mueren. Y lo entendí. Porque están presentes durante toda la vida, de manera inconsciente somos lo que nos han enseñado, lo que nos han contado, lo que nos han amado. Son de los mejores regalos que un niño puede recibir para crecer: feliz, cómo yo lo he hecho. A tu lado abuela, al lado del abuelo Carlos, del abuelo Heliodoro, de la abuela Ana. Siendo el ingrediente principal para una infancia completa.

Quizás tu memoria empezara a fallar, pero sé que al final del viaje no el corazón. Y ahí queda todo el amor, porque al final es lo único que todos nos llevamos. Supongo que el abuelo se aburría sin ti en el cielo y estaba cansado ya de esperar. No lo sé. Pero ahora estás en un lugar donde tienen suerte de tenerte, afortunados son. Nunca me volverán a saber tan buenos unos rosquillos o la tortilla de patata o al menos nunca tendré esa sensación. Pero sólo puedo dar las gracias.  Ha sido mucho tiempo, muchos años, mucha suerte. Y seguiréis por siempre porque vuestro recuerdo está presente en cada palabra, cada hecho, cada paso. Solo merece la pena haber vivido por haberos disfrutado. Gracias por lo que nos habéis dejado. Nadie sabe lo afortunada que me siento. 

Adiós, amante. Hoy los ángeles reciben a uno nuevo, más que nunca.


viernes, 4 de enero de 2019

A mi querido Rey Mago:

Esta es la última carta que te escribo, mi Rey Mago.
Habrás recibido un montón de cartas mías; en todas pidiéndote quizás algo material, o tal vez que me hicieras desaparecer en algún momento. Ya no me acuerdo. Pero solo tú sabes lo que quiero en realidad.
 En una noche vendrás. Ya he preparado los turrones y dejaré un poco de roscón del pueblo para que os lo comáis tú y tus colegas. ¡Ah! Y también una botella de champán, sé que te gusta mucho. Bueno, esto por si decides volver, abuelo, aunque sé que nunca te fuiste.
 Por encima de todo, mi mejor regalo será que cuides de mamá y de la familia. No te preocupes por mí, que yo estaré bien. Seré muy buena el año que viene, porque este me he portado muy mal.
Te dejo, seguro que tienes que preparar todo para mañana. Yo estaré esperándote siempre.

viernes, 6 de abril de 2018

Te echo de menos cada día.



Te echo de menos cada día. Siempre tendrás un hueco en mi corazón. Y en mi casa, en mi vida, aunque te hayas ido y ya no puedas volver más. Cada día doy las gracias por haberte conocido, aunque me dejaras seguir sola este camino, pero siempre supe que te tenías que marchar. Me gustará saber que allí serás feliz, que nadie te hará daño, que sabré dónde encontrarte. Ni todo tu amor podrá devolverme el que me dio él, pero tu amor siempre será distinto. La vida siempre nos quita lo que más queremos, o nos aleja de ello. Espero que te cuiden mucho.





lunes, 15 de enero de 2018

Al abuelo Carlos.

Ya no cabe más dolor en este corazón que ahora es todo tuyo. Hoy ya es todo para ti. Aún te escucho hablar, contándome a quien habías visto y recordando tus vivencias, como te fue por Jaca y lo que había sucedido en el pueblo durante todo este tiempo. Solo puedo darte las gracias, por tanto amor, que es inmenso, mucho más que el dolor. Me quedo con tus bromas, los cumpleaños, el pregón, tu risa, tu sonrisa, tu humor, tus ganas de vivir, las horas en el banco, tus paseos en bicicleta, con todo tu amor...
Volveremos a vernos sin duda. Mientras tanto sigue contándonos historias desde allí. Ahora viajas mi capitán. Mándales saludos a todos y cuéntales que fuiste el más mayor, que solías acordarte a menudo de ellos, que no te habías olvidado de nada, que nos lo contaste todo, que sabías manejar el móvil como ninguno. La mejor parte de mi vida se ha marchado contigo. Te recuerdo con mucho cariño, y así lo seguiré haciendo siempre. De parte de todos, sin fuerzas, me despido de ti. Te escribe tu familia. Hasta siempre.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Fast car-Tracy Chapman

Siempre tuve esperanzas de mejorar. Pensé que quizás juntos lo lograríamos. Así que toma tu auto veloz y sigue manejando.